Carta al Consistorio


Hablando en plata, que no de ‘platas’ aunque nos pille más cerca.

SOS CASCO ANTIGUO nació hace un año, aproximadamente, con ánimo conciliador, propositivo, constructivo, huyendo de porfías y rencillas enquistadas. Queríamos ser la voz de la calle, una voz sincera, llana, próxima, aséptica, neutral, colaboradora; un nexo entre el ciudadano anónimo —lo que somos y de donde venimos— y los poderes consistoriales. Por eso se constituyó alejado de cualquier signo político o asociacionismo, por eso apartamos de nuestro lado todo aquello que nos desunía y nos centramos en la defensa común de nuestras calles, ésas de las que ustedes parecen haberse olvidado a pesar de los distintos planes especiales a los que nos tienen acostumbrados desde hace largos años. Pero todo tiene un límite, y éste ha llegado.

Mientras ustedes se enrocan en la disputa intestina de sus intereses particulares, para lo que hacen un uso indebido y  vergonzante de la Institución a la que representan, nosotros esperamos sumidos en nuestro propio valle de lágrimas. En el pleno del viernes dedicaron más de dos horas a tirarse los trastos, como si el ciudadano no fuera testigo de semejante despropósito. En cambio, al Casco Antiguo, que lleva soportando décadas de miseria y degradación, sólo dedicaron un espacio de un minuto. De ahí el tirón de orejas.

Con mayor o menor acierto, hemos puesto sobre sus mesas el fruto de nuestro esfuerzo, el que hemos restado de nuestro descanso y familias. Hemos elaborado informes desgranando e identificando los males que nos afectan, hemos propuesto soluciones que quieren ser escasamente onerosas a propósito, o necesarias si lo fueran de algún modo; hemos solicitado audiencias, reuniones, paseos. Nos hemos reunido con todos aquellos que nos abrieron sus puertas. Unos llamaron a la nuestra por su propia voluntad (Badajoz Adelante, Asociación Cívica Ciudad de Badajoz, Amigos de Badajoz), y a otros tuvimos que llamarlos. Pero no juzgaremos si es deber cívico de ustedes o un privilegio otorgado el hecho de llamar o ser llamados, eso queda en su conciencia; lo que sí remarcaremos es que todo este esfuerzo y buena voluntad ni siquiera debiera haberse iniciado si ustedes hubieran hecho sus deberes como regidores. Cuando hablamos del Casco Antiguo estamos hablando de un mal endémico, de décadas, y eso, señores gobernantes, es responsabilidad de ustedes.

Sería muy sencillo decir “no es culpa mía, esto estaba así cuando llegué”, o “hace treinta años esto estaba mucho peor”, tan sencillo como para nosotros no haber hecho nada por las calles porque nada se consiguió antes, ni con ustedes ni con sus predecesores. Pero los solares, la droga, la inmundicia y las ruinas están ahí, siguen ahí, sirviendo a un puñado de indeseables para azote del resto.

Ahora tienen una oportunidad de oro para desquitarse, para demostrar por qué fueron elegidos por nosotros, para hacer honor a sus cargos. Y sí, dense por aludidos; no en cuanto a la lengua diabólica a la que nos empuja la desesperanza, y perdonen tal debilidad es lo que tiene ver a tus hijos pequeños rodeados de putas, yonkis y mierda—, pero tomen su píldora cuando destinan un pleno a ningunearnos, siendo estas lágrimas de su propiedad y teniendo unas ordenanzas para las otras.

Cuando en el colegio mi tutor, o bien mi padre en casa, me ponía las pilas por hacer mal las cosas, sólo me quedaban dos opciones: apretar los codos y esforzarme por mejorar o frustrarme y revelarme contra el mundo. Ni que decir tiene qué fue siempre lo más recomendable.

Somos sus ciudadanos, sus vecinos, sus votantes, y aun no siendo sus votantes debieran comportarse con las hechuras suficientes como para intentar convencernos de su buen hacer.

Que en los presupuestos se nos tenga en cuenta nos importa un pimiento; los informes son para ustedes, pónganle las siglas que les parezcan oportunas (una, varias o todas) o tírenlos a la basura. Nos da igual. Es a este barrio, de por sí, al que hay que tener en cuenta, sus penas y sus males y las ganas de arreglarlo.

Las ruinas y la droga no tienen excusas, y ustedes deben decir y hacer mucho al respecto. Esperamos algo más de aquellos a los que pagamos para que nos gobiernen.

SOS CASCO ANTIGUO tiene idéntica disposición para agradecer y reconocer que predisposición para guerrear por este barrio al que no abandonaremos a su suerte, hasta que el bendito anonimato nos alcance de nuevo. Amén.

La decisión es de ustedes.

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