San Juan de copas


Se acabó la Noche en Blanco y su larga madrugada. Llega el negro día del balance, de las cuentas, los cuentos y las resacas. Triunfaron San Agustín y Gene, la Giralda, el Giraldillo, Las Tres Campanas, Plaza de España, San Atón y San Francisco –los pequeños siempre ganan-. Perdieron el respeto y el descanso, y la Ley, que nuevamente ha sido mancillada.
La cultura murió a la una de la madrugada y arrastró a las familias hacia el silencio de sus casas, lejos del barrio. De ahí en adelante vasos anchos, diablillos y bachata. ¡Gracias alcalde!

Es lo que tienen las ampliaciones de horarios por causas extraordinarias, ésas de las que luego se rinden cuentas en los juzgados. Prevaricación lo han llamado en otros sitios las sentencias, por ser finos.

La Copa del Campeón para el San Juan, abierto de par en par hasta la seis de la mañana. Para sedientos culturetas ávidos de averiguar qué se esconde en el fondo de la jarra, bajo el hielo glacial de la ginebra. Allí, en el pub, se aplicaron la ampliación de la ampliación, porque lo valen. Tronío.
Ni códigos ni hostias. Realengo de quinquis, chulería, solera infractora, Corleones del decibelio, plaga; porque los señores guardias ni están ni se les espera. Algunos patrullan lejos, y los de acá o son ciegos, tontos y sordos o se han vendido por un bono de cubatas. A todos les puede la tentación de no hacer, de hacer mal o de servirse dos postres. Ya tocará hacer digestiones pesadas.

Hoy la calle apesta a orines y cerveza rancia, las suelas se pegan al pavimento, por eso los de la limpieza no paran; como el CSI pero al revés: para borrar las huellas del delito. Se bebió bajo el manto de la noche, de Espantaperros p´acá, como si no hubiera un mañana. De la alcazaba y el río ni hablamos. Hansel y Gretel pasaron por allí dejando un reguero de chustas de canuto y cristales rotos. Al fin, se perdieron en el camino. Pobres padres.

En definitiva, la Noche en Blanco murió virgen a la una. Huyó al hogar despavorida, como una princesa de cuento, cuando enmudeció el tañido de Las Tres Campanas. Lo demás fue una peli de terror con muchos zombies.

P.D.: lo mejor de la celebración, las actuaciones en San Andrés. Este año se han superado. Señora Morcillo, no la olvidaremos.

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