La panda de Fani


Hola, Fani.

Te parecerá extraño que te escriba, aunque no te conozca. O igual no, porque imagino que eres de ésas que tiran de redes sociales para mostrar al mundo tu apasionante ritmo de vida, y estarás más que acostumbrada a que cualquier gallo te ponga un “like” y te dedique unos versos. ¡K wapo, tía!
Pero no va a ser por eso por lo que te dedique estas líneas. No. Nein. Ni hablar del peluquín. Lo mío son otras rosas. Verás.

He visto que tú y tu panda de ninis habéis decorado el hornabeque con un bonito mural (¿Que qué coño es eso?... Da igual. Ya te lo explico otro día). Era viernes noche, diez de marzo y, claro, tocaban unos litros y unos canutos en la muralla para festejar que hoy tampoco fuisteis a clase, y donde seguro que no os escondéis para leer a Cervantes y pensar en vuestro futuro. Por el qué dirán en el barrio, más que otra cosa. Tus colegas Jairo, Alex, Runi y Nay, esos que juntos parecen los Hermanos Dalton, reían la gracia. Mola mazo. Pero no debéis cortaros. No. El mundo entero debe conocer la pasión por el arte que encerráis en vuestro joven pecho, y vuestros nombres. Faltaría más. Por eso es bueno que liberéis vuestra expresividad, ¡dadle alas y volad!, y que os inmortalicéis llenando de pintadas nuestro Patrimonio, ése por el que alguno de vuestros tatarabuelos se dejó el pellejo a base de arcabucear gabachos, ingleses, portugueses o quien carajos se pusiera a tiro; el mismo que, quizás, en grato paseo, sirvió para que vuestros abuelos se mocearan y así la madre que os parió a todos pudiera pariros. A gusto se quedaron las pobres.

No te lo tomes a mal, mujer. Son cosas de la edad, aunque a algunos la pubertad le llegue hasta la jubilación. Eso sí, cuando te cueste un riñón sacar a tu familia para adelante y las manos se te llenen de callos por fregar escaleras, y en tu whatsapp no reine más que el silencio, cuando Jairo y Alex chupen años tras las rejas por hacerse una gasolinera, y Nay dormite y cague entre ruinas buscándose la vida para fumar plata, cuando Runi esté criando malvas por haberse dejado la crisma haciendo caballitos con su moto, cuando venga Paco con las rebajas y te cabree que te cosan a impuestos desde el Ayuntamiento, y suba el bus, y el IBI y la puta que los echó a todos, acuérdate de tu panda. Porque tú y tus colegas habréis contribuido con vuestra incontinencia expresiva a que cada uno de nosotros, tú incluida, apoquinemos más en mantener algo que de por sí era hermoso, histórico y, sí, caro de cojones.

Pero Fani, tía, no te prives por lo que un extraño amuermado te diga. Dale al spray ahora que eres joven y arrojada, reina entre las “chonis”, y sigue soñando con ser la diva en chándal de tu barrio; tus fanes del Facebook te adoran, aunque sólo sea para echarte un polvo. A mí que me den. Hazte caso. Que la Fani es mucha Fani y todos aquí te admiramos.

Dame un “Like”, tía.

Comentarios

  1. Ante las críticas recibidas, fundamentadas en toda regla por algunos de nuestros usuari@s, esta plataforma quiere pedir disculpas por las palabras escritas. De hecho, tras haber recibido varios “dislikes”, un par de instagrams y ser retwiteados hasta la ignominia, nos vemos en la obligación moral de retractarnos.
    A tenor de las pruebas, ya no nos queda claro quién es Fani, ni Alex, Jairo, Runi y Nay, pues son varios los colectivos que se atribuyen la autoría de los hechos. Así, tenemos a Estefanía Aurora Sáenz-Salcedo y Mendiola, oriunda de Las Vaguadas, quien junto a sus “favos” de la “school”, Runiberto Ramón Peral de Montsagut, Alejandro Diego de Diezma Linares, Jairo Iván Ferranz de Uceda y Nayara Valdeseo Ascarza, decidieron dar rienda suelta a su expresividad plástica y artística sobre lo que consideran “una terrible y aburrida oda arquitectónica a la gris decrepitud de nuestro pueblo”, ensalzando así la lozanía de la juventud y la alegría de vivir.
    Por otro lado, el entrañable colectivo de abueletes del geriátrico de Virgen de los Tembleques, también se ha atribuido estos hechos, según refieren, para recuperar la nostálgica estampa de unos frescos que, durante la Guerra de las Naranjas, decoraron el hornabeque en los días previos a la contienda. Fanigerio Huertas, portavoz de este colectivo, defiende la autoría de su camarilla pues, confiesan, fueron ellos quienes otrora, y por orden del mismísimo Manuel Godoy, Príncipe de la Paz, decoraron el citado hornabeque para asueto de las tropas allí acantonadas. Ahora, y citamos textualmente, “hemos querido recuperar, con mayor o menor acierto, lo que antaño, y seguramente con pulso más firme, pudimos hacer para deleite de nuestros soldados”. A tal efecto, nos remiten a la reciente recuperación del Ecce Homo de Borja, en el Santuario de la Misericordia, quien con tanto acierto y singularidad recuperó para el templo Doña Cecilia Giménez Zueco, devota ferviente, en acuerdo con las autoridades locales. “Es un bien para toda Badajoz, que debe ser valorado en su justa medida. Confiamos en que, con la ayuda de las redes sociales, pueda ser comprendido, respetado y, por qué no, elevado a la categoría de Bien de Interés Cultural” —alega Fanigerio.
    Ante estas irrefutables pruebas, y en espera de alguna otra confesión de la autoría, nos vemos en la obligación de pedir disculpas al colectivo de Chonis y Ninis por la Libertad Socioexpresiva, quienes en ese mismo viernes –nos indican- se hallaban en un simposio analítico sobre la futura ubicación del Pabellón de Ciencias Técnicas de la Astrofísica que el Excelentísimo Ayuntamiento de Badajoz planea para la ciudad.
    Eso es todo. Perdón y buen rollito…y ponedme un “like”, tíos.

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