Badajoz 3.0

Llámenlo como quieran: ciudad inteligente, eficiente, sostenible, o smart city, si lo prefieren en british. Me da la risa de igual modo. Tanto como esa concejalía fantasma “de modernización”, con su concejal y todo —quizás canciller—, aparecidos de la nada, de una galaxia muy lejana. A saber.

El caso es que nuestro ayuntamiento nos ha clavado un par de zurullos digitales para contar plazas de garaje y ha decidido que es moderno del copón —¡viva Futurama, chavales!—. Y no sé si es fruto de algún virus pillado en la Fitur o los efectos secundarios de tragarse a los Vengadores en la gran pantalla, después de haber vestido disfraz de superhéroe en Carnavales, claro. Ellos son Groot.

Me da la risa, decía, y no por el concepto, sino por esa casposa modernización que nos pretenden colar para que aplaudamos, un esperpento más propio de una peli de Mel Brooks. No por menos acuden a mi recuerdo —perdónenme los ‘frikis’— las mallas plateadas y ‘paqueteras’ que, en el cine de antaño, trataban de hacer pasar por trajes espaciales; o los platillos volantes de cartón piedra, como bebederos de pato atados al sedal de una caña; o las bombillas y cachivaches cableados que pretendían ser sofisticada tecnología espacial. Y qué decir del rimbombante dialecto del almirante de turno: <<activen el impulsor hiperatmosférico>>… Ponerle alerones y llantas cromadas a un Seat Panda. Puro ‘power’.

Pues eso, casposo y cutre a más no poder, ciencia ficción barata. Máxime cuando nos quieren imponer semáforos bluetooth habiendo aún calles de tierra en Las Ochocientas y Suerte de Saavedra, cuando los chinches de los solares nos comen a besos, cuando los eriales de siempre prenden en llamas, cuando las calles del Casco Antiguo se llenan de andamios y ruinas, cuando no hay acera ilesa en esta ciudad, cuando las calzadas parecen la playa de Omaha después del Día D y el subsuelo se desangra reventón a reventón.

¿Contador de plazas de garaje? ¡No joroben! Mejor sería contar nidos de gansos en el Guadiana.

Que la Fuerza nos acompañe.