La Patrulla X(traña)



Foto propiedad de Periódico Extremadura

Para mear y no echar gota, oigan. Porque es Carnaval y todo vale, hasta reírse de uno mismo aunque resulte grotesco, bizarro y vergonzante. Los Justicieros de las Calles. Con dos cojones. De esta guisa nos sorprendieron el Alcalde y su Patrulla X (“X” de eXtraños, eXcéntricos o eXtravagantes, digo yo), embutidos en fieltros de colores intensos, enmascarados, marcando paquete y tabletas de chocolate –en sus vidas se vieran en otra semejante-.

A vengar injusticias, a proteger las calles, dicen, aunque sólo se refieran a los nombres. Porque, seamos serios, una cosa es partirse la cara por la placa de marras y otra muy distinta reparar saneamientos y acerados. La primera no tira de las arcas; limpia, fija y da esplendor. La segunda… la segunda es harina de otro costal, kryptonita concentrada vía intravenosa, si no hay cinta que cortar, si no hay rédito por el que deslomarse.

Pero bueno, ya saben que el ‘postureo’ es importante en esto de las sagas; inherente a todo superhéroe que se precie. Qué sería de la épica sin pose. Ese viento repentino que agita la capa, ese calzarse el yelmo y crujirse las vértebras del cuello, ese encenderse un puro antes de liarse a hostias. En definitiva, ese eXhibirse ante las cámaras sacando pecho. ‘Buen trabajo’, que diría Hancock a regañadientes con tal de ganar enteros.

<<Gallardo I>>, indica la placa que esgrime el Alcalde, como si fuera un trofeo de caza o algo así, la cabeza del Duende Verde después de haberle pegado una paliza de muerte, el corazón del insoportable Joker. Pero no lo nieguen, es ingenioso ¿eh? Con todo un equipo de asesores detrás es fácil clavarla, como con Seta y tal, franquicia de Tony Stark. Rodearse de los mejores forma parte del negocio, arrimarse a aquellos que hacen más placentera la dura vida del vengador justiciero, aquellos que saben currarse un eslogan, un gadget o un arma de destrucción masiva en Wayne Enterprises. Para eso estuvieron siempre los Alfred Pennyworth y los Lucius Fox.

Así que, ya saben, podemos estar tranquilos en estos Carnavales. El Alcalde y sus chicos velan por la seguridad de nuestras calles, aunque sólo sea para que los supervillanos no se nos roben las placas mientras bailamos.

Por el poder de Grayskull.